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Dolores musculares

Cervicalgia: qué es, síntomas y tratamiento

17 febrero 2020

Gran parte de las lesiones cervicales se producen por accidentes de tráfico, dando lugar al famoso lafigazo cervical. No obstante, la principal causa de dolor cervical es mecánico-postural, según indica la Sociedad Española de Medicina Interna, siendo un cuadro extremadamente común entre la población. Las malas posturas frente al ordenador, agachar continuamente la cabeza para consultar el móvil o simplemente dormir en una posición incómoda, pueden provocar un dolor continuo y muy molesto en el cuello y la zona alta de la espalda.

¿Qué es la cervicalgia?

La cervicalgia o dolor cervical es la molestia presente en la zona del cuello, pudiendo irradiarse a la cabeza, hombros y brazos.

Las causas son múltiples, siendo las malas posturas, el estrés, la enfermedad inflamatoria o degenerativa y la lesión traumática, las más comunes.

Síntomas de la cervicalgia

El dolor es el principal síntoma de esta patología, pero puede acompañarse también de:

  • Rigidez muscular en la zona del cuello y la espalda, lo que puede dar lugar a contracturas
    musculares.
  • Dolor irradiado a otras zonas. En ocasiones y según la causa, el dolor se puede extender hacia
    los hombros, brazos y cabeza.
  • Pérdida de fuerza y/o de sensibilidad, sobre todo, en brazos y manos, pero pudiendo afectar
    también a miembros inferiores en afectaciones más severas.
  • Vértigos y mareos.

Tratamiento para la cervicalgia

La cervicalgia raramente se relaciona con procesos graves de salud, y gran parte de los casos se
resuelven en cuestión de dos o tres días. Su tratamiento dependerá del tipo de dolor y la
sintomatología que se presente.

Cuando la causa es postural o tensional, y aparece un dolor leve de pocos días de evolución, lo
primero que debemos hacer es reposar la zona. Podemos aplicar calor para reducir las
sobrecarga, mediante almohadillas eléctricas o bolsas de agua caliente, varias veces al día durante
10-15 minutos. También podemos ayudarnos de duchas de agua caliente con presión elevada
dirigidas a la zona dolorida, seguida de movimientos suaves y progresivos de flexoextensión y
lateralización del cuello. Los masajes relajantes pueden ayudarnos a reducir los síntomas ya que
nos ayudarán a reducir el dolor y la sobrecarga.

Cuando el dolor es leve pero continuo, de varias semanas de duración, sería recomendable
acudir a un fisioterapeuta que nos ayude a reducir estas molestias. Además de tratarnos
para disminuir el dolor, puede pautarnos ejercicios que prevengan futuras molestias y que
nos ayuden fortalecer la musculatura del cuello, la nuca y la zona alta de la espalda. Tras una
adecuada valoración y diagnóstico, es posible que te derive al médico para realizar pruebas
complementarias sí se intuye un diagnóstico más grave.

Ante un dolor grave, o acompañado de síntomas como fiebre elevada, vómitos o sensación
de confusión, se recomienda acudir a un especialista lo antes posible, sobre todo si ha
aparecido en el contexto de un accidente o cualquier tipo de golpe.

Cómo prevenir la cervicalgia

Trabajar la ergonomía e higiene postural.

Posiblemente la medida más efectiva para evitar la cervicalgia recurrente sea corregir las
malas posturas que adoptamos durante el día. Para lograrlo, podemos seguir los siguientes
consejos:

  • Al sentarse se recomienda una silla confortable de respaldo vertical, y colocar el
    ordenador a la altura de los ojos para evitar la flexión cervical. Por esto mismo, durante
    los periodos de estudio, es interesante utilizar atriles para elevar los libros.
  •  Para el uso del móvil también es conveniente mantener la espalda recta y levantar el
    dispositivo en lugar de agachar la cabeza para visualizar la pantalla.
  •  Al dormir se debe utilizar una almohada y un colchón adecuados, con la firmeza
    suficiente para mantener la espalda recta y que te permita acostarte de lado.
  •  Es recomendable estirar la zona cervical y alta de la espalda cuando llevemos un tiempo
    en la misma postura.
  • Debemos evitar levantar objetos pesados tirando de la espalda y el cuello. Para ello, es
    necesario flexionar las rodillas y acercar la carga al pecho para transportar o elevar
    grandes pesos.

Fortalecer la musculatura del cuello y la espalda.

Una musculatura fuerte y habituada al ejercicio puede ayudarnos a evitar la cervicalgia por
sobrecarga. Se recomienda no utilizar collarines o inmovilizar el cuello durante largos
periodos, ya que esto disminuye la fuerza en los músculos de la zona.

Siempre que tengas dudas, te recomendamos consultar con tu fisioterapeuta o médico
especialista todo lo que puedes hacer para prevenir o mejorar tus dolores cervicales.

Paula Aranda – Fisioterapeuta
N.º COLEGIADA 2385